La flor del moral, esto es, Lo mas florido, y selecto, que se halla en el jardin ameno, y dilatado campo de la theologia moral / su autor el M. R. P. Fr. Joseph Faustino Cliquet, matritense, del Orden de N. P. S. Agustin, doctor en Sagrada Theologìa, y maestro de cathedra, y numero de la Provincia de Castilla, &c. La dedica al Glorioso Patriarca San Joseph, dignissimo esposo de la Reyna de los angeles
Autor principal: | |
---|---|
Otros Autores: | |
Formato: | Libro |
Lenguaje: | Spanish |
Publicado: |
en Madrid : en la oficina de Joachin Ibarra, calle de las Urosas, vendese en la porterìa de San Phelipe el Real de esta Corte, 1757.
|
Edición: | Sexta edición |
Materias: | |
Colección: | Banco de datos |
Acervo: | Catálogo bibliográfico de los libros antiguos del Seminario Conciliar San José de la Diócesis de Cuernavaca. Morelos |
Descripción Física: | 2 t. ; 4° |
Tema general: | Teología moral |
Notas: | Portada tipográfica con pleca y escudo episcopal en grabado xilográfico. Texto a renglón seguido con paginación en números arábigos, cornisas, signaturas y reclamos. Tomo con portada y paginación propias. Año del t. 2 publicado en 1757. Paginación: t. 2 [6] h., 562 p. Incluye cabeceras de título y viñetas finales con motivos florales en grabado xilográfico. Encuadernación en pergamino sobre cartón. Daños por humedad y polilla. Daños en la encuadernación, la cartera está desprendida casi en su totalidad, cuadernillos sueltos |
Tabla de Contenidos:
- t. 2 Tratado XVII De la conciencia. Tratado XIX De las leyes y preceptos. Tratado XX De las virtudes cardinales. Tratado XXI De la virtud de la religión. Tratado XXII de la irreligiosidad. Tratado XII De las virtudes theologales. Tratado XXIV Del primer precepto del Decalogo. Tratado XXV Del segundo precepto del Decalogo. Tratado XXVI Del tercer precepto del Decalogo. Tratado XXVII Del quarto precepto del Decalogo. Tratado XXVIII Del quinto precepto del Decalogo. Tratado XXIX Del sexto precepto del Decalogo. Tratado XXX Del septimo precepto del Decalogo. Tratado XXXI Del octavo precepto del Decalogo