Describir: Platica moral que el Br. D. Manuel Toral, cura y juez eclesiástico de Amecameca. Dixo á sus feligreses, cumpliendo con lo mandado en el edicto del ilustrisimo y venerable señor dean y cabildo sede vacante de este arzobispado de México en 26 de mayo de 1815, dedicada al comercio de la muy noble y muy leal ciudad de Queretaro