[Nos el Dr. D. Alonso Nuñez de Haro y Peralta, por la gracia de Dios, y de la santa sede apostólica, del Consejo de S. Mag. arzobispo de México, teniente vicario general de los reales exércitos &c. A nuestros muy amados provisores y vicarios generales de españoles y indios, jueces eclesiásticos, curas propios seculares y regulares, interinos, coadjutores, vicarios de pie fixo de esta diocesi, capellanes de regimientos, y demás personas, de qualquiera estado, calidad, y condicion que sean, á quienes lo contenido en este edicto toque, ó tocar pueda, salud, paz y gracia en nuestro señor Jesu-Christo. Hacemossaber: que el Exmô. Señor D. Joseph de Galvez con Real Orden de 22 de febrero último se sirvió dirigirnos para su promulgacion, y para que llegando á noticia de todos los comprehendidos, no puedan alegrar ignorancia en lo succesivo, seis exemplares del edicto que para aquietar en lo posible las conciencias de sus súbditos castrenses, y declarar las muchas dudas que han ocurrido sobre la inteligencia de los breves apostólicos á favor del vicario general de los reales exércitos, ha expedido el Emmô y Excmô Señor Cardenal Patriarca Arzobispo de Sevilla, y vicario general de los exércitos de S. Mag. y que para el mismo efecto nos ha remitido S. Emciâ. con carta de 24 del citado febrero otros dos ejemplares del mismo edicto