Cueba de Santo Domingo, en Segovia, mystica Jerusalen, y sagrado calvario del patriarcha santissimo: y frutos cogidos por sus meritos, y en especial por los de la sangre, que derramò en ella, ya en los nuevos martyres de Tunkin, el venerable Padre Fray Matheo Alonso de Leciniana, y su compañero el venerable Padre Fr. Francisco Federich, del Orden de Preicadores, y de la provincia del Santissimo Rosario de Philipinas, ya en otros heroes del santo real Convento de Santa Cruz, primero entre todos los que el gran Padre fundò en los reynos de España, y la muy noble, antigua, y famosa ciudad de Segovia, la que llamò las atenciones de este apostol de aquel siglo, y enriquecida con el precioso relicario de la Santa Cueba, que se venera en èl, y deposita esta sangre / escrita en breve compendio por Fr. Juan Navamuel, maestro en sagrada theologìa, del mismo Orden, y natural de la dicha ciudad
por: Navamuel, Juan de, m. 1756