Descripción de la noticias: | En días recientes se dio a conocer que ejemplares de la biblioteca de José Luis Cuevas, uno de los artistas mexicanos más conocidos del último tercio del siglo XX, se vendían en un puesto de libros de segunda mano en alguna acera de la Ciudad de México. Las herederas se quejaron con indignación, sin embargo reflexionaron sobre el destino de los libros vendidos, al presenciar la compra emocionada por parte de un lector. ¿Está mejor un libro en las manos de un lector o en un lugar en donde las posibilidades de que sea consultado son remotas? |