Descripción de la noticias: | Los escribanos, copistas y encargados de hacer las iluminaciones de los libros en el medioevo poseían sus propias fórmulas para elaborar las tintas con las que consiguieron crear los más intrincados y bellos manuscritos; incluso, Gutemberg no se escapó de preparar una tinta propia para la imprenta, pues ninguna de las que existían servía para una reproducción mecánicas. Los restauradores de las Universidades de Córdoba y la Nova de Lisboa han conseguido reproducir cinco tintas a partir de recetarios localizados en tres distintas instituciones europeas. |