Descripción de la noticias: | La revista "Adabi punto de encuentro" ha llegado a su décimo número y, para celebrarlo, Adabi de México organizó su presentación digital, un contexto muy distinto a las otroras presentaciones de publicaciones realizadas en la capilla del Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas.
La coordinadora de Publicaciones, María Cristina Pérez Castillo, realizó la presentación de los participantes en el evento que tuvo lugar el pasado jueves 26 de noviembre, para ceder posteriormente la palabra a la moderadora de la primera mesa, la directora de Adabi de México, la doctora Stella María González Cicero; de quien las palabras introductorias se refirieron a los antecedentes inmediatos que propiciaron la aparición de "Adabi punto de encuentro", que proyectaron a los informes ejecutivos entregados cada año a una publicación "amable en su lectura y atractiva en su presentación" y que cada exposición realizada era una muestra de "gusto y satisfacción" por la revista.
La doctora González mencionó que con este décimo número se cierra la etapa de la revista impresa para dar paso a nuevos números, ya en formato digital; esta revista, añadió, está enfocada a todas las instituciones "hermanas" en la dedicación a la salvaguarda del patrimonio documental de México cuyos acervos, o una parte de ellos, han recibido reconocimientos por parte del programa Memoria del Mundo de la Oficina de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura.
Por su parte, la primera ponente de la mesa, la presidenta de Adabi, la doctora María Isabel Grañén Porrúa, refiriéndose al poema de Antonio Machado, emuló el trabajo de bibliotecarios y archivistas con diligentes abejas que con su trabajo generan "blanca cera y dulce miel" al "dotar de sentido a las voces ocultas en los papeles".
La doctora Grañén recordó a la personalidad del recientemente fallecido coordinador de Archivos Civiles y Eclesiásticos, el maestro Jorge Garibay Álvarez, "su presencia y su cariño siguen vivos en el andar de Adabi", afirmó.
Asimismo, destacó que la revista de Adabi en este décimo número no sólo se refiere a los archivos y bibliotecas reconocidos por el programa Memoria del Mundo, sino que exhibe la presencia de los museos mexicanos que han ido más allá de mostrar los bienes museológicos que resguardan.
Enseguida, la doctora Yolia Tortolero expresó su gusto por la dedicación de la revista al proyecto Memoria del Mundo, ya que es la escritura de la actividad humana la que la hará pervivir a lo largo del tiempo. Anotó que muchas instituciones desisten de presentar su candidatura por el tiempo que lleva reunir las evidencias, sin embargo, a pesar de no presentarla o de no conseguirla, ello tiene un efecto benéfico hacia el acervo, ya que son la base para documentar su trabajo así como de reconocer las áreas de oportunidad que se tienen en cada institución.
La doctora Tortolero mencionó que el programa de Memoria del Mundo y Adabi son proyectos hermanos ya que convergen en el mismo camino de dar a conocer la riqueza del patrimonio documental de las instituciones desde diversas aproximaciones.
Asimismo, dio a conocer que se ha creado el Centro de Conocimiento Memoria del Mundo en el Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas, tercero en su clase en el mundo, en donde se albergará el archivo del Comité Mexicano y las publicaciones que giran alrededor de este proyecto.
Para cerrar esta primera mesa, se presentó Alberto Ruy Sánchez, director general de "Artes de México", quien inició su intervención con la idea que el mejor antídoto a la vulnerabilidad física es la memoria.
A partir de la sentencia del filósofo Baruch Spinoza de que "no hay idea si no hay afecto", Ruy Sánchez afirmó que Adabi es un "afecto positivo que aumenta y fortalece la lucha contra la vulnerabilidad momentánea y la permanente".
De igual manera recordó la presencia del maestro Garibay anotando que a través de él se daba a conocer el concepto jesuita del "deber de inteligencia" de la directora de Adabi, quien se atrevió a emprender una tarea que nadie creía posible: saber con certeza qué había en la Biblioteca Palafoxiana.
Finalmente, mencionó que la revista, a la vez que informa, es un detonante de emociones en muchos de sus artículos y que si bien se emprende una nueva etapa con una edición digital, deberían existir paralelamente ejemplares impresos, pues la tecnología es una ilusión.
La segunda mesa, moderada por el director adjunto de Adabi, Juan Manuel Herrera, tuvo como primera presentación a la doctora Teresa Rojas Rabiela, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores, quien hizo un recuento de la trayectoria de Adabi para los neófitos en el tema, asumiendo que "Adabi es un tupido bosque en donde a diario reposan o emprenden el vuelo ideas, voces y proyectos innovadores" que pueden ser conocidos gracias a la revista, así como en las otras publicaciones y su sitio web.
Recordó sus primeras incursiones en los archivos municipales, en donde observó su inexistencia o tuvo conocimiento de su triste final, así como de las condiciones deplorables en los que se hallaron, o las pérdidas sufridas en manifestaciones políticas. Rememoró también su paso por las librerías de viejo y por los puestos de la Lagunilla en donde se venden libros como antecedente de su visita a las bibliotecas y posteriormente al Archivo General de la Nación en sus distintas sedes.
Por fortuna, afirmó, con la llegada de Adabi de México han cambiado las condiciones, cuyas labores más importantes se muestran a través de la revista; la doctora Rojas propuso como consideración final el deseo de que los archivos locales sean contemplados para una futura digitalización, pues desde su punto de vista, el futuro para ellos no es nada halagador.
Como segundo participante en la mesa dedicada al recuento editorial de los 10 números de la revista, se presentó el director del Archivo General del Estado de Oaxaca, el embajador Jorge Álvarez Fuentes, quien mencionó que a través de las más de 800 páginas que conforman el conjunto de las diez revistas, identificó como hilo conductor la "atención en el patrimonio de México en su parte activa" es decir, "ejercer la memoria" a través del patrimonio documental, bibliográfico y fotográfico; el empeño "prodigioso" de cómo enriquecer, conservar y reconocer la importancia de la memoria, además de la vocación de formar capital humano y la tarea permanente de publicación y difusión.
Desde su punto de vista, se aprecian tres características a lo largo del tiempo: continuidad editorial, coherencia y consistencia. "Rescatar viene con organizar, conservar, restaurar, describir, capacitar, editar con difundir, eso es lo que se encuentra en la revista."
El embajador mencionó algunas consideraciones para una nueva época de la revista, coincidiendo con otros ponentes en que debe ser híbrida, sugiriendo que la versión impresa contenga códigos QR que le permitan al lector enlazarse con contenidos digitales y que apueste a la juventud, capitalizando las posibilidades de la realidad virtual. La revista debe de influir en los jóvenes para que "reconozcan que es un trabajo al que vale la pena dedicarle la vida".
Para cerrar con broche de oro se presentó la directora del Archivo Histórico José María Basagoiti del Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas, la doctora Ana Rita Valero, quien inició su presentación comentando que uno de los logros más espectaculares del ser humano fue el momento en que pudo plasmar sus pensamientos de manera escrita, mencionando que en el continente americano, lo que hoy es México, fue el único que logró escribir durante la época prehispánica, por lo que se puede considerar cuna del libro americano, así como de la imprenta en América.
Afirmó la doctora Valero que junto a los grandes logros, también ha marchado "tenazmente la historia de descuidos, de irresponsabilidad, de indiferencia en relación a su riquísimo patrimonio escriturario" hasta que nació Adabi en 2003. "Adabi punto de encuentro" nació de la "creatividad y del expertise de una de las grandes figuras del patrimonio documental de México", refiriéndose a la directora de Adabi de México.
Gracias a la revista se tiene la oportunidad de conocer diversos acervos así como al gremio archivístico que los trabaja, documenta la versatilidad de los proyectos de Adabi así como permite ver a través de los ojos de personalidades singulares temas e imágenes.
Para finalizar afirmó que a través de las páginas de la revista es posible constatar la "inédita labor que de manera ejemplar ha puesto a México en el universo escriturario del mundo".
Como corolario, la presidenta y la directora de Adabi de México agradecieron las amables palabras de los presentadores. |