Pedro Abelardo
|lugar de descanso=Cementerio del Père Lachaise (desde 1817)|cargo=no| estudiantes=no|movimiento=no|cabecera=no|alma mater=no|alumno de=no}}Pedro Abelardo, en francés ''Pierre Abélard'' (Le Pallet, 1079-Chalon-sur-Saône, 21 de abril de 1142), fue un filósofo, teólogo, poeta y monje francés medieval.
En la controversia filosófica, característica de la Edad Media, acerca de la naturaleza de los universales, Abelardo es célebre por su solución lógica, por vía del nominalismo y el conceptualismo. Es reconocido por la crítica moderna como uno de los grandes genios de la historia de la lógica, de la que hacía uso a través de los géneros y técnicas de la diatriba dialéctica y un dominio silogístico profundo. También es recordado por su concepto pionero de la intención en la ética. A menudo llamado «el Descartes del », es considerado un predecesor de Rousseau, Kant y Spinoza. A veces se le acredita como el principal precursor del empirismo moderno.
Al mismo tiempo, polemizaba contra el realismo natural escolástico. En su libro ''Sic et non'' sostenía que la fe religiosa debía ser limitada a «principios racionales». Algunas de sus afirmaciones en materia teológica fueron condenadas como heréticas por las autoridades de la Iglesia católica. A la vez, se le recuerda por su desarrollo del concepto del limbo, y su introducción de la teoría de la influencia moral de la expiación. Es considerado (junto con Agustín de Hipona) como el precursor más importante del autobiógrafo moderno introspectivo. Abelardo allanó el camino y estableció las pautas de posteriores novelas epistolares y autobiografías de celebridades con su carta distribuida públicamente ''La historia de mis calamidades'' (''Historia Calamitatum''), así como su correspondencia pública.
Abelardo es también recordado, siglos después, en pleno Romanticismo, por su apasionada y trágica relación amorosa y su intenso intercambio filosófico con su brillante estudiante y futura esposa Eloísa. A la vez autor de numerosos poemas, dedicó gran parte de su vida a la enseñanza y al debate.
Al parecer Abelardo, conocido en el Medioevo como ''Golias'' (‘Goliath’ en latín), estuvo particularmente orgulloso de este sobrenombre, firmando con él algunas de sus cartas. También era conocido como ''Peripateticus Palatinus'' debido a la influencia que ejerce Aristóteles de la mano de Boecio en él. proporcionado por Wikipedia
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