| Notas: | Encuadernación editorial. Sello en tinta de la Biblioteca del Seminario Conciliar de Yucatán. Testigo adherido en la tapa superior: nota mecanuscrita firmada por el autor "La venta de esta edición está concluída habiéndose recuperado así el valor de la misma; destinándose quinientos ejemplares a obsequio a lectores pobres que pidieron su ejemplar gratis. Esta propaganda estuvo en oposición a la que determinado número de católicos emprendió a título de pregonar que el libro es inmoral. Esculapio en la carta que dirigió a su hijo al querer hacerse médico, dijo que tal profesión debe ser apostolado, y que el médico debe ir cumplidamente a curar a los enfermos en donde estén, sin más interés que el de salvarlos. El sacerdote católico, según el autor de "Las hijas de Eva" es un médico espiritual y acude en estas escenas a predicar la virtud, a curar enfermas del espíritu. El mundo físico tiene que ver, estudiar y conocer las dolencias de sus enfermos para poder curarlos. El médico espiritual tiene que seguir una actuación semejante ante los enfermos del alma. En este libro se exponen al lector todas las durezas de la realidad de la prostitución para que las conozca con sus dulces mentiras y amargas realidades. Es el libro, según el autor, para la juventud; no para la niñez. Es un llamamiento al sendero del bien. No es un libro que puede enfermar. Es un libro que quiere curar. Mérida, Yuc. Noviembre 10 de 1944. <rúbrica> |
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