"Los libros cerrados no cumplen su función y Palafox lo sabía"

"Los libros cerrados no cumplen su función y Palafox lo sabía"

Detalles Bibliográficos
Formato: Noticias
Publicado: 2020
Coordinación:Bibliotecas y Libro Antiguo
Título original:https://fb.watch/2gJtLhjnQt/
Descripción de la noticias:El día de ayer se llevó a cabo el Coloquio Internacional Biblioteca Palafoxiana, 15 años de ser Memoria del Mundo, evento en el que la doctora María Isabel Grañén Porrúa participó en la ceremonia de inauguración, junto con el doctor Francisco Veles, director del Instituto de Ciencias y Humanidades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla -BUAP-, quien destacó tres aspectos relevantes de este importante acervo: la Biblioteca Palafoxiana es un testimonio de la herencia europea a través del los libros; es el único que tiene la mención de Memoria del Mundo en la ciudad de Puebla y la condición de que esta biblioteca, así como otros recintos, debe de pasar a ser de un mero museo a un acervo digno de estudiar. Por su parte, la doctora Grañén, presidenta de Adabi de México, manifestó su agradecimiento por ser parte de la celebración e hizo una breve remembranza del apoyo que recibiera la Biblioteca Palafoxiana, para revertir los daños causados por el terremoto de 1999, por parte de instituciones internacionales y nacionales; y de las condiciones posteriores al rescate, de las que junto con don Alfredo Harp Helú, estuvo siempre al pendiente, pero al ver que no se concretó un proyecto inicial de catalogación, se procuró la intervención de Adabi, para llevar a cabo el inventario de todos los libros, manuscritos y pliegos sueltos que conforman el acervo legado por Palafox, además de que posteriormente se procuró por la misma asociación, la estabilización del acervo y la creación de un taller de restauración propio, que atendiera las necesidades de la biblioteca. La doctora Grañén Porrúa afirmó que Palafox fue un generoso visionario que sabía que los libros eran un instrumento del gozo y la reflexión, y que por lo tanto, "los libros cerrados no cumplen su función". La conferencia magistral estivo a cargo del doctor Ricardo Fernández, de la Universidad de Navarra, especialista en la figura de Palafox, quien destacó la extraordinaria personalidad de Juan de Palafox y Mendoza en su ponencia "Palafox y los libros: amigos que enseñan, divierten, y mudamente reprenden"; como corolario anotó que el segundo apellido del obispo y virrey de la Nueva España es un acróstico completamente revelador de su origen. La mesa postrera del evento estuvo conformada por Pedro Rueda, de la Universidad de Barcelona, con su ponencia "De ángeles y rayos: las ediciones de temática poblana del impresor sevillano Tomás López de Haro", quien a través de cartas y otros impresos desmenuzó el ambiente en el que el impresor desarrolla su trabajo, así como las concepciones contemporáneas de lo que era una biblioteca en la época; por otra parte mencionó que los acervos mexicanos, sin duda, complementan el conocimiento de las imprentas europeas. Por su parte, César Manrique, perteneciente al Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México, disertó sobre "La biblioteca privada del clérigo Juan Larios, antecesora de la Palafoxiana", en tanto que Larios era originario de Acatlán de Osorio y poseía una biblioteca de casi quinientos ejemplares, una gran fortuna para ese momento de finales del siglo XV. Juan Manuel Blanco, de la Universidad de Barcelona, intervino en la penúltima ponencia con el tema "Los grabados en las ediciones del Seminario Palafoxiano" entre 1765 y 1821, haciendo referencias estadísticas sobre temas y tipos de grabados incluidos en la producción de durante este periodo. Finalmente, Jonathan Moncayo, de la Universidad Iberoamericana Puebla, discurrió sobre "Las bibliotecas históricas y patrimoniales de Puebla: retos y perspectivas", en donde hizo un recuento de los acervos, a la vez que una reflexión sobre los ejes que él cree centrales para el desenvolvimiento de este tipo de repositorios que pueden resumirse en uno: la construcción de herramientas que no sólo permitan identificar el material, sino que faciliten su conocimiento y divulgación; se ocupó también de mencionar la necesidad de que la academia vuelva a estos repositorios y su contenido como el objeto de investigación, pues de no poner empeño en esta parte, las bibliotecas son solo bodegas de libros. La clausura del coloquio estuvo a cargo de Beatriz Gutiérrez, investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP y presidenta del Consejo de la Memoria Histórica y Cultura de México.
Fecha de la noticia:9 de diciembre de 2020
Acceso en línea: