Descripción de la noticias: | Un archivo personal que tenía que haberse destruido según las instrucciones de su creador, fue conservado, vendido, subastado y hasta objeto de un juicio, para determinar su último destino: las llamas, la propiedad privada o el resguardo público.
Tal fue el destino del acervo generado por Franz Kafka, escritor alemán, que ha trascendido el tiempo. Su mejor amigo, o su peor enemigo, según la perspectiva, no tuvo el valor de incinerar los documentos por considerarlos, seguramente, objeto de valor cultural incalculable. |